colchón 100 % ecológico

¿Conoces los certificados reales que validan a un colchón 100 % ecológico?

¡No te dejes engañar!

Miles de artículos van y miles integras a tu cotidianidad, pero ¿cuáles de los que consumes son saludables? ¿Te has detenido a pensar si sus principios orgánicos son como lo pintan los anuncios publicitarios e, incluso, su empaque? A veces, es más un “juego de palabras verdes” que una oferta real y, ya que nuestra especialidad es el descanso, vamos a explicarte cómo identificar los certificados de un colchón 100 % ecológico.

Todo tipo de productos a los que expones tu cuerpo, bajo la confianza que le confieres, deben estar sometidos a pruebas que constaten su uso humano. Ahora, los que se destacan por su origen natural también deben cumplir con las exigencias eco-industriales que así lo demuestren, pues no basta con solo mencionar su procedencia orgánica, por decirlo de alguna manera.

¡Descubre cuándo los certificados de un colchón 100 % ecológico son verdaderos!

Así como los alimentos en España son auditados por un sistema de control bio, como la Global BRC o la IFS (International Foof Standard), las líneas asociadas a la textilería natural se ajustan a estándares de calidad como el certificado Oeko-Tex y la fe de Aitex, la licencia Hygcen o las normativas ISO.

En términos más precisos, una cama que contemple en su manufactura tales certificaciones es un producto potencial, sostenible, biodegradable y, por lo tanto, tienen la más mínima expresión de impacto ambiental. Ahora bien, para ser exactos, ¿qué papel tiene cada uno de esos sellos ecológicos en nuestra vida diaria?

-Certificado OEKO-TEX: es una licencia reconocida en todo el mundo, gracias a la supervisión y verificación de textiles o cueros que no contengan sustancias nocivas para la salud. Su etiqueta es una señal de que el producto es químicamente seguro y respetuoso con el medioambiente.

AITEX: da la seguridad de que un artículo de la industria textil es innovador. Es decir, una pieza que cumpla con los protocolos de esta asociación está apta para su aplicación en diversos sectores industriales.

Estándares que avalan la originalidad de una cama natural.

Licencia HYGCEN: Los estándares marcados por los fundamentos Hygcen son conocidos en toda Europa por el control que emiten en materia de higiene y salud de la piel. Su control sanitario busca que los productos estén 100 % aptos y libres de toxicidad y de citotoxicidades.

Normas ISO: Su criterio representa universalmente seguridad y confianza del consumidor. En su apartado de Ecología Humana, la normativa ISO hace hincapié en el correcto manejo ambiental por parte de las empresas, proveyéndolas de herramientas de producción que reduzcan los riesgos ambientales y, además, comprobando que los elementos desarrollados sean aptos para todo público.

CertiPUR: la validez de este programa no es más que la certificación de propiedades ambientales, asociadas a la salud y a la seguridad frente al uso del poliuretano es espumas para materiales acolchados.

Certificados de un colchón 100 % ecológico, la regulación de tu descanso.

Estas disposiciones ambientales destinadas a la utilización humana y, específicamente, para el contacto directo con nuestro cuerpo no nos “quitan el sueño”, puesto que, si las camas Lobide pudieran escribir, ya habrían marcado todas las casillas del check list. Nuestros eco- colchones respetan a cabalidad todos los protocolos y procesos, y llevan rotulado en su insignia dicho cumplimento.

Desde colchones para bebés hasta colchones para dolores de espalda o sudoración o ropa de cama, están autorizados por los renglones ecológicos. En términos más precisos, nuestro stock ha sido fabricado en procesos amigables con el medio ambiente, bajo diseños saludables, elegantes y a la vanguardia tecnológica del descanso. ¡En Lobide usamos los términos con todas las de la ley!

En la actualidad, una compañía solo puede usar la terminología “eco”, “bio”, “ecológico”, “orgánico” o “biológico” si cumple con la estricta normativa, acogida por la Unión Europea. De lo contrario, bajo ningún concepto un producto (sobre todo alimenticio) puede hacer uso de ello, porque incurriría en las garantías de producción ecológica.

En definitiva, un artículo que no tenga los sellos de ecología y que haga voz de su “naturalidad”, es un producto que no ofrece transparencia en su elaboración ni es confiable para el consumidor. ¿Te ha pasado? ¡A partir de ahora estamos seguros que prestarás más atención a los productos orgánicos que usas!

¿Quieres cuidar tu salud, la de tu familia y la del planeta al mismo tiempo que duermes? ¡Sí es posible! ¡No renuncies a tus sueños y síguenos! En Lobide todo es orgánico, inclusive nuestros contenidos.

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