Desinfectar las almohadas de mi habitación

¿Cómo desinfectar las almohadas de mi dormitorio?

¡Limpiemos a nuestro fiel consultor!

Resiste frío, calor, tempestades emocionales, preocupaciones y alegrías. Todas las noches “conversamos” con ella, nuestras historias reposan entre su abultada forma, y es que no hay recuerdos o pensamientos que escapen de ser consultados con ella, con nuestra fiel almohada. Es el complemento inseparable de nuestro sueño, pero ¿le damos un tratamiento saludable? Desinfectar las almohadas es tan esencial como la limpieza de los colchones.

A las almohadas se les debe dar especial cuidado, porque en ellas se aloja una infinidad de microorganismos y sustancias que van afectando nuestro descanso y silenciosamente, la salud. La piel y el sistema respiratorio está en contacto directo con los cojines y, por consiguiente, la exposición a inhalar bacterias y gérmenes es inevitable. ¿Qué hacer para desinfectar las almohadas?

Actualmente, alrededor del mundo se ha propagado el coronavirus (COVID-19), una enfermedad que ataca las vías respiratorias. Las medidas de higiene y protección para nuestro sistema inmunológico exigen hoy ser repotenciadas. Es momento de enfrentar esta crisis de salud, mejorar nuestros hábitos y cuidarnos dentro y fuera del hogar. Sabemos que el descanso es un proceso natural del organismo y lo ideal es resguardarlo al máximo con elementos ecológicos, ¡descarta las sustancias químicas e incrementa tu bienestar!

Los productos químicos se muestran en el mercado de la limpieza como la alternativa más efectiva para la desinfección en las viviendas y su efectividad es innegable; sin embargo, deterioran poco a poco la vida del planeta Tierra. La naturaleza es rica en beneficios y su aplicación en el campo de la higiene resulta bastante eficiente. ¡Prepara tu almohada (y tu libreta para tomar nota)!

 

Quiero mi dormitorio sin químicos

 

Remedios caseros para desinfectar las almohadas de tu dormitorio:

– El bicarbonato y sus mágicas propiedades. Coloca 125 gramos de bicarbonato de sodio en un recipiente y mézclalo con 10 gotas de aceite esencial de lavanda o árbol de té. Aplícalo sobre tus almohadas y después de una hora, retira lo que sobra con un cepillo; colócalas al sol un par de horas y ¡a dormir! Te aconsejamos que repitas periódicamente este proceso.

El bicarbonato de sodio tiene infinidad de propiedades aplicables en la vida diaria, pero aquí haremos referencia precisamente en los textiles. Su potencial efecto es blanqueador, neutralizador de olores, antimicrobiano, ablanda la suciedad de las prendas y las desmancha. Tus almohadas quedarán desinfectadas con remedios que incluyan el bicarbonato.

 

– La saliva, el sudor, la grasa de la piel o el vómito van manchando las almohadas, además, generan malos olores e incrementan la aparición de intrusos microscópicos. ¿Cómo mantenerlas impecables de forma natural? Llena tu lavadora con agua hasta cubrir las almohadas, prepara una solución de bicarbonato de sodio (media taza) y vinagre blanco (media taza), y añádela al agua en la que están sumergidos tus cojines.

Después de que la lavadora haya completado su proceso, seca tus almohadas al sol y asegúrate de que no queden húmedas en su interior. Esta mezcla es excelente para blanquear, suavizar y desinfectar las almohadas. ¡Deja a los ácaros sin lugares donde anidarse! Cuida tu salud y mantén impecable tu espacio de sueños.

Desinfectar las almohadas te permitirá disfrutar un descanso 100 % natural 

–  ¿Tus almohadas están cogiendo un tono amarillento? ¡Esto es una emergencia de descanso! Quita este efecto tan desagradable con: 3 litros de agua y 125 mililitros de zumo de limón. Une ambos ingredientes y aplica el remedio en una cantidad considerable de agua en la que lavarás tu almohada. Puedes desinfectar tus almohadas a mano o en la lavadora, de igual forma, la etiqueta de la almohada te indica qué tipo de lavado le corresponde.

Si dispones de tiempo, es recomendable hacerlo manualmente, ya que ahorrarías más agua, electricidad y podrías dedicarle más tiempo a este procedimiento. Para obtener buenos resultados, deja las almohadas durante dos horas en remojo con agua caliente y, seguidamente, lávalas con jabón líquido neutro. No olvides secar tus almohadas al sol hasta que no haya ni un rastro de humedad.

 

– “¡Oh no, he manchado de grasa mi almohada!” Primero, ve a tu cocina y localiza inmediatamente almidón de maíz. ¿La mancha está fresca? Esto te funcionará… Espolvorea el almidón sobre el cojín y con un cepillo, elimina el exceso; repite este paso hasta que desaparezca la grasa, ella irá disipándose poco a poco hasta ser invisible. Si la macha se niega a salir de tu cojín, no retires la maicena hasta transcurridas seis horas, como mínimo.

Para sellar la limpieza de tu almohada, puedes lavarla con agua caliente, después de usar el remedio del almidón de maíz. Si no tienes fécula de maíz, no hay problema; puedes atender esta situación con bicarbonato de sodio y repetir el mismo procedimiento. Todas las partículas de polvo o suciedad van contaminando tus almohadas, descartando cada vez más la posibilidad de un sueño exquisito. ¡Desinfecta tus almohadas y las de tus hijos con alternativas naturales!

Mientras más verde, más saludable es la limpieza de las almohadas

– Cuando las chicas llegan agotadas de su jornada laboral, se desploman sobre su cama y a veces olvidan desmaquillarse o lo hacen después de unos breves minutos de relajación. Como consecuencia, la almohada se va manchando con el maquillaje y, lo más difícil de remover por su alto porcentaje de grasa… ¡es el pintalabios! Ve a la nevera y busca un cubito de hielo, colócalo sobre el área afectada y poco a poco se irá retirando la pintura de la almohada.

El zumo de limón (directo sobre el tejido) y el vinagre blanco (mezclado con agua) te servirán para despedirte del maquillaje impregnado en tus textiles. La higiene de tu almohada es muy importante para alcanzar sueños conciliadores. No solo debes preocuparte por la funda sino también por el relleno del cojín, en sus tejidos internos se van agrupando miles de patógenos que, con el paso del tiempo, te pasarán factura.

 

Las almohadas al igual que los colchones exigen una limpieza periódica,  porque los materiales con los que están fabricados promueven la acumulación de ácaros y partículas de polvo, su uso diario y exposición constante hacen que se ensucien con facilidad y aspires estos agentes nocivos. Procura limpiar tus colchones sin productos tóxicos que repercutan en tu salud y en la vida del medioambiente.

“Dormir cura todos los males”. ¡Mantén impecable tu cojín! 

Nos apegamos tanto a nuestras almohadas que sin ellas se nos dificulta conciliar el sueño, es como un vínculo de amor abnegado. Algunos se duermen profundamente solo con oler su almohada y otros, caen como un saco de cemento al sentir la textura o la densidad de su amado cojín; por tal motivo, mantener desinfectadas las almohadas es imprescindible para alcanzar un descanso de calidad.

Desde Lobide, te recomendamos aspirar la cama y tus cojines, al menos, una vez a la semana, cambiar la ropa de cama, y sacar las sábanas y las fundas al sol, abre las ventanas y ventila los dormitorios de tu vivienda con cierta periodicidad. Otro consejo es que instales en tus habitaciones colchones naturales, te ayudarán a dormir en un ambiente mucho más limpio y libre de contaminantes. Algunos colchones Lobide cuentan con tecnología Neropur, una espumación que destila aroma de azahar entre sus canales; funciona como un sistema continuo de desinfección, adicional a los efectos terapéuticos y relajantes que otorga.

 

Quiero dormir en un colchón saludable

 

Algunos duermen con un pie fuera de la manta, otros se cubren de pies a cabeza y los más arriesgados, descansan sin arroparse. Las formas de dormir son infinitas, pero el descanso profesional es único. ¡Descubre los innumerables beneficios de dormir en un colchón natural Lobide! 

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