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Si sumas estornudos o comezón desesperada en tu nariz por las noches, malas noticias: la alergia a los ácaros y al polvo va “viento en popa”, gracias a una población de ácaros que crece desmedidamente bajo tu descanso. Bien, ¿qué pasaría si te enteras que actualmente tu cama es el hotel favorito de millones de insectos? Y no hay una cifra exacta, pues es casi imposible determinar cuántos micro huéspedes alojan tu colchón, tu almohada o tú alfombra.
Para explicarlo mejor, cada hembra puede poner hasta 50 huevos cada 21 días, un tope reproductivo que se alcanza en primavera y otoño. Esto no quiere decir que en verano o invierno no se reproduzcan, solo que la media desciende a 30 huevos, aproximadamente. En pocas palabras, estás invadido durante todo el año y tu cuerpo tiene activo el sistema de alerta, manifestado en esas incesables alergias.
Saber que tu cama es el mausoleo de una multitud bacteriana y que los que están vivos dependen de tu presencia, la de tus hijos o la de tu mascota para alimentarse es un hecho muy alarmante para las defensas de tu organismo, que batallan a diario contra estos amigos del polvo, de la humedad y de la oscuridad. Así que, si quieres que tu cuerpo responda cada día: “la base de datos de virus ha sido actualizada”, entonces presta atención a esta rutina anti ácaros que te preparamos.
Rutina para frenar la alergia a los ácaros y al polvo.
¡SUENA EL DESPERTADOR! Como cada mañana, tras escuchar el sonido del despertador y haber sido víctima de un cuadro alérgico toda la noche, abre las ventanas de tu dormitorio y permite que se ventile, que entre la luz del sol y alcances una renovación del aire puro en tu dormitorio. La razón es porque a menor humedad en el ambiente, menos posibilidades tienen estos microorganismos para sobrevivir. Se dice que la temperatura en la estancia no debe sobrepasar los 22° centígrados para evitar su proliferación.
PREVIO A INICIAR TU DÍA. Antes de irte a la ducha, dale tiempo a tu colchón para que también se “despoje” de esos invasores. Así que, retira las sábanas y no hagas la cama aún. La recomendación para que estos animalitos comiencen la evacuación es esperar una o dos horas sin colocar de nuevo la ropa de cama.
¡Así podrás aliviar la alergia a los ácaros y al polvo!
LISTO PARA SALIR. Una vez duchado y preparado para salir de casa, lo último que puedes hacer antes de coger las llaves es tender las sábanas y ordenar tu camita. Deja para el fin de semana la limpieza más profunda, esa que te asistirá en la despedida total de los ácaros y del polvo de tu habitación y vivienda.
¡A LA LAVADORA! Como parte de este combate contra los ácaros, sería excelente que cambies la ropa de cama cada dos semanas. Y, cuando sea momento de echarla a lavar, hazlo a una temperatura de 60°C y sécala muy bien. Si puedes ponerla al sol, ¡genial! De igual forma, apunta en tu rutina la limpieza de la base de la cama, la mesa de noche (si tienes) y cualquier posible lugar del dormitorio que pueda acumular polvo y donde ellos puedan anidarse.
Colchón antiácaros, una alternativa que dará la cara por tu salud.
Los ácaros aprecian la comodidad de tu hogar. Estos diminutos insectos son exquisitos al escoger su caldero, puesto que viven en colchones, alfombras, muebles, cojines, peluches, edredones, almohadas o en cualquier tejido que ofrezca excelentes condiciones para mantenerse vivos. Así como lo piensas… ¡nada agradable ni saludable! En este sentido, te daremos 2 sabios consejos:
1.- Mientras más tejidos utilices en tu decoración, mayor será la probabilidad de convivir con estos parásitos. Por lo tanto, evita colocar textiles que retengan mucho polvo y, en caso de tenerlos, ponlos al sol, aspira la tapicería con cierta frecuencia y procura que los peluches de tus hijos sean lavables.
2.- ¡LO MÁS IMPORTANTE: LA CAMA! ¿Tienes una cama común y corriente? La estructura hueca de los colchones tradicionales permite que los ácaros puedan construir sus nidos fácilmente. A diferencia del colchón antiácaros, fabricado con espumas compactas y recubierto con tejidos hipoalergénicos, diseñados para frenar la vida bacteriana. Ahora, las camas Lobide son 100 % ecológicas que, aunado a su tratamiento antiácaros, son especiales para personas alérgicas, asmáticas o con problemas en la piel.
Rendirse a “las patas de los ácaros” es vivir en un malestar constante, ¡no lo hagas! Hay un sinfín de estrategias que te ayudarán a dormir mejor y a recuperar tu vitalidad, es tiempo de aprovecharlas en pro de tus sueños. Antes de creer que todas tus noches seguirán siendo largas historias de desvelo, enfréntalos y crea un entorno feliz, uno para ti. ¡Tu descanso de calidad será el precio que tendrán que pagar estos insectos!
¿No puedes dormir? Estos trastornos chocan con tu comodidad. ¡En nuestros contenidos está la fórmula del confort! ¡No querrás perdértelos!